ENFOQUE
PEDAGÓGICO SOCIO-CRÍTICO UNA VISIÓN CRÍTICA ADAPTADA LA SOCIEDAD
Las instituciones educativas son formadoras
de los ciudadanos y las ciudadanas que exige la sociedad, estas deben hacer uso de estrategias que privilegian la apropiación de un sustento
pedagógico en la que desde un punto de vista holístico,
el currículo debe ser integral, de forma que promueva la articulación
de los contenidos curriculares,
y los referentes
teóricos que profundizan los principio pedagógicos
de educabilidad,
enseñabilidad,
pedagogía y contextos
como pilares
en la formación del nuevo estudiante crítico,
investigador
y comprometido en la transformación del medio en el cual habita.
Desde
esta perspectiva, se concibe el hecho educativo como un proceso que propicia el
pensamiento crítico reflexivo, la investigación continuamente, dinamizando el
proceso enseñanza-aprendizaje y permitiendo adecuar los contenidos de las áreas
del conocimiento para dar respuestas a las necesidades tanto particulares del
estudiante, como de su entorno, lo cual promueve el sentido de pertenencia
social y a su vez la utilidad y pertinencia del conocimiento.
De
lo anterior, se puede decir, que este punto de vista se fundamenta en el
enfoque socio-crítico, el cual intenta superar visiones positivas e
interpretativas para llegar a planteamientos que buscan la transformación
social, cultural, política o educativa. Además, trata de superar las fallas persistentes en los
centros educativos, en el abordaje del análisis social, es decir, considera que
la educación puede entenderse situándola en los contextos socio-históricos.
Por
otro lado, la metodología empleada, valora el aprendizaje grupal el cual es
relevante para la apropiación de nuevos conocimientos, potencializando el
espíritu investigativo. En este tipo de metodología el aula viene considerada
como un espacio de interacción, de significados compartidos donde se aprende a
valorar la cultura y sus saberes, donde se aprende a construir ideas, conocimientos
y proyectos para el mejoramiento de la escuela y de la sociedad.
En
concordancia con lo antes señalado, existen condiciones que predisponen a un
individuo a aprender. El interés por aprender, es innato y se mantiene con
motivaciones intrínsecas, tales como la curiosidad, la necesidad de adquirir
ciertas competencias y la reciprocidad.
Continuando,
el enfoque socio crítico, la motivación se da de manera intrínseca y extrínseca
ya que está sujeta a los conocimientos que el estudiante dedica a incorporar a
su estructura cognoscitiva. El interés por adquirir un nuevo saber se
constituye en el motor o motivación que
lo impulsa a escudriñar de manera más profunda la realidad que investiga, convirtiéndose
esta en su motivación externa y la motivación interna el deseo de aprender y construir
el conocimiento.
Ahora
bien, en cuanto a los métodos, estos deben ser adecuados a las condiciones y necesidades de enseñabilidad de cada
ciencia y el crecimiento de habilidades y competencias de los estudiantes. Esto
implica que son estas competencias las que sugieren la mediación didáctica y no
lo contrario. Entre los métodos utilizados por el enfoque socio-crítico
tenemos: el método hermenéutico, el
método empírico y el método crítico-ideológico.
En otro orden de
ideas, y desde la perspectiva socio-crítica, el
rol del docente es de vital y de gran importancia, de participación
justa en el momento justo, entregando la información requerida. En este
enfoque el docente es un orientador lleno de recursos que sabe hacerse a un
lado cuando el estudiante comienza a ocupar su propio espacio, debe estar atento
al contexto, para aprovecharlo mejor, y a las peculiaridades y particularidades
de cada alumno, que nunca son iguales a las del otro.
Se puede señalar, que
en el enfoque pedagógico socio crítico, el docente toma la experiencia del
estudiante y hace que el mismo tome conciencia de sus propias opiniones, confrontarlas
con datos emergentes de la experiencia, lo ayuda a desestructurar el
conocimiento previo que trae y conducirlo a la reestructuración del mismo
incluyendo ahora los conocimientos adquiridos.
Desde esta perspectiva
educativa el docente tiene las siguientes responsabilidades, orientadas a
facilitar el aprendizaje:
·
Actualizarse en
las formas de conocimiento y en los enfoques y tendencias de su área.
No se enfatizan los contenidos, ellos se encontrarán siempre disponibles
·
Señalar, mostrar los puntos
neurálgicos: cuestionar, examinar, indicar orientaciones de posibles
desarrollos.
·
Incitar a profundizar, explorar,
reelaborar, pensar críticamente.
·
Despertar y encauzar inquietudes
académicas y profesionales
·
Facilitar el acceso a fuentes de
información.
·
Cuestionar e
indagar por las argumentaciones en que se apoya el pensamiento del educando.
·
Exponer, argumentar
y someter al debate sus propias
posiciones, visiones e interpretaciones.
·
Indicar, ejemplificar y efectuar
aplicaciones de diverso orden.
·
Aclarar conceptos e interpretaciones.
Al mismo tiempo, el
rol del estudiante no deja de ser menos preponderante, ya que está presente una relación de interacción de modo
que uno y otro participan en procesos reflexivos de frecuentes
intercambios de doble vía. Son estas relaciones horizontales las que permiten
entre los actores la retroalimentación, autorregulación, la complementariedad
con el saber, el acompañamiento y la creación de un nuevo conocimiento, para de
esta manera garantizar que el proceso de enseñanza aprendizaje este encaminado
hacia la búsqueda mutua y constante conocimiento y desarrollo multifacético del
individuo, supliendo así sus propias necesidades.
De la misma forma, las
relaciones interactivas entre docente estudiante se producirán de manera
favorable, en la medida en que entre ellos fluya una comunicación efectiva y
reciproca. Por esta razón, merece especial importancia considerar la comunicación
como parte de los elementos básicos que permiten entender los procesos de
interacción alumno-profesor. La relación debe dejar de ser monológica para
convertirse en dialógica; así la relación del educando con el conocimiento ya
no estará mediatizada por el profesor sino que pasa a ser interactiva
Algo semejante ocurre
con la evaluación en el enfoque pedagógico socio crítico, es dinámica, pues lo
que se evalúa es el potencial de
aprendizaje, que se vuelve real gracias a la enseñanza, a la interacción del estudiante
con aquellos que son más expertos que él. Va encaminada a
detectar las ayuda necesarias por parte del docente para que el
estudiante pueda resolver los problemas por sí mismo; de esta manera se clarifican y afianzan los valores de autonomía,
tolerancia, solidaridad y respeto mutuo, en el mismo
proceso de construcción del conocimiento.
Cabe destacar, que al
construir una cultura evaluativa, autoevaluativa y coevaluativa se busca el
desarrollo sinérgico de toda la comunidad educativa. Además, esta se
caracteriza por:
·
Tiene una función autoformativa para las
personas que participan en ella.
·
Proporciona un carácter dimensionador
a las realidades sometidas a su acción.
·
Saca a la luz aquellos aspectos
o aplicaciones que puedan quedar desenfocados u ocultos en el proceso de
aprendizaje – enseñanza.
·
Fomenta los procesos cooevaluativos
basados en las competencias cognitivas y socioafectivas del colectivo.
·
Genera procesos autoevaluativos, permitiendo
un mejor desarrollo individual. (Desarrollo integral).
En relación con los
aportes teóricos que refuerzan este enfoque, entre otros podemos mencionar los
siguientes:
·
Aportes teóricos de Lev Vigotsky al enfoque
pedagógico socio crítico
·
Aportes teóricos de Laurence Kohlberg
al enfoque pedagógico socio-crítico.
·
Aportes de Jerome Bruner al enfoque
pedagógico socio crítico.
·
Aportes de Carl Rogers al enfoque
pedagógico socio crítico.
Para finalizar, la
perspectiva socio-crítica está implícita en las fundamentaciones teóricas de
nuestro Currículo Nacional Bolivariano, y se evidencian en las líneas de acción
que emanan del órgano rector de las políticas educativas de nuestro sistema
educativo. Las mismas están dirigidas a promover en la triada (estudiantes,
escuela y comunidad), el sentido de pertenencia social y al desarrollo armónico
en el medio ambiente en el cual se desenvuelven.
Así mismo, promueve la formación de un
estudiante activo, creativo, crítico, reflexivo, con sentido del deber social, pero
sobre todo con consciencia social, es
decir, un ciudadano para las exigencias de la sociedad de los nuevos tiempos,
un republicano.